Hipótesis Pancrustacea
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Hipótesis Atelocerata
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Pancrustacea
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RESUMENES
500 MILLONES DE AÑOS DE EVOLUCION: ONICOFOROS,
LOS PRIMEROS ANIMALES QUE CAMINARON
(ONYCHOPHORA)
RESUMEN
Los onicóforos son considerados “fósiles
vivientes” porque durante 500 millones de años han mantenido un estadio
evolutivo intermedio entre un poliqueto (gusano marino con patas) y un
miriapodo (grupo de artrópodos terrestres que incluye a ciempiés y milpiés).
Aquí se analiza su biología, basada en la vida en micro hábitats estables,
siguiendo la historia evolutiva del grupo desde el cámbrico y usando datos de
investigaciones aun en desarrollo.
INTRODUCCION
Aunque todos los biólogos estudiamos
los gusanos onicóforos durante nuestros años de formación, muy pocos hemos
tenido la experiencia de ver uno vivo, por no mencionar la de observarlos en su
hábitat natural.
Los onicóforos son el “eslabón perdido
entre los anélidos y los artrópodos”. Posiblemente, el caso del primer autor no
habría diferido del común si no hubiera sido por la visión de un estudiante
costarricense, Bernal morera Brenes quien hace casi dos décadas le dijo que era
increíble que teniendo en América central un animal tan extraordinario, no nos
preocupáramos por su estudio. En el caso del segundo coautor, el estudio de los
onicóforos surgió del descubrimiento de varios fósiles de estos animales
tropicales en una colina del sur de la república popular china.
Los onicóforos reciben en los textos
el nombre de “gusanos aterciopelados” y en la vida real el de gusanos o
babosas. Al considerarlos como moluscos con patas, los campesinos actuales no
difieren de los antiguos naturalistas europeos, quienes a inicios del siglo XIX
los clasificaron en un grupo propio, malacopoda (bouvier, 1905).
Conocemos cerca de 130 especies
agrupadas en dos familias, la “sureña” peripatopsidae y la tropical
peripatidae. (Bouvier, 1905, 1907; monge-najera, 1994).
Viven en lugares húmedos y oscuros,
principalmente bajo hojarasca, dentro de micro cavernas del suelo y bajo
piedras, troncos podridos y bromelias, a menudo a pocos metros de algún cauce
de agua.
Se alimentan de pequeños invertebrados
que capturan mediante una extraordinaria secreción gomosa que sale a presión de
la parte cefálica y que sirve también para defenderse de sus depredadores
invertebrados y vertebrados.
Sus características comunes con
anélidos y con artrópodos han sido causa de muchas dudas sobre su ubicación
filogenética. Por muchos años no hubo un árbol filogenético para el grupo, ni
se le aplicaron modernas técnicas cladisticas o paleobiogeograficas, y sus
sistemas de apareamiento casi no habían sido analizados, pero todos estos temas
fueron analizados, a menudo con evidencia experimental, en años recientes, a lo
que se agrego detallados análisis bioquímicos para las especies australianas.
El trabajo cladistico ha permitido
rechazar el viejo concepto del grupo uniramia propuesto por la famosa
investigadora británica Sídney mantón y ha dado como resultado
colateral-evidencia de que los tardígrados están más relacionados con los
nematodos que con los artrópodos.
Los primeros onicóforos fueron marinos
y habitaron comunidades ecológicamente diferentes de las actuales. En el
cámbrico, los lodazales someros donde había onicóforos eran dominados taxonómicamente
por los artrópodos y las esponjas la de biodiversidad comunitaria era de H1=
2,09, dentro del ámbito estacional de los lodazales costeros actuales del
trópico. Los modernos hábitos alimentarios de la omnivoria y la herbivoria
estaban aparentemente ausentes de las comunidades cámbricas. Probablemente
los primeros onicóforos debían
enfrentarse mucho más frecuentemente a presas armadas con peligrosas
características de depredador.
Los onicóforos primitivos estuvieron
cercanamente emparentados con los gusanos poliquetos. Nuestro argumento es
simple: un onicóforo es fundamentalmente un poliqueto con patas más duras y
móviles que el resto de los poliquetos; solo requiere mayor quitinizacion para
producir el prototipo de un miriapodo terrestre.
Los primeros onicóforos habitaban las
costas tropicales de Canadá, china y otros lugares. Sus patas eran anilladas y
mucho más largas que las de las especies actuales. Tenían una armadura de
placas frecuentemente espinosas, para protegerse de los tempranos depredadores
del mar cámbrico. Estaban destinados a desarrollar características novedosas,
como una placenta similar a la de los mamíferos y un genoma rico en adenina y
timina, así como la goma de naturaleza proteica ya mencionada.
El género posterior pero también
extinto helenodora, tenía ya la apariencia de un onicóforo moderno, pero se
desconoce si era marino o terrestre. El único modelo disponible para explicar
la tendencia al desarme es que los onicóforos se adaptaron a vivir en pequeños túneles
dentro del fondo marino, por lo que placas y espinas pasaron de ser una
necesidad a ser una inconveniencia.
En tierra, el intercambio gaseoso se
realiza mediante unas tráqueas sin válvula, por lo que estos animales solo se
activan cuando la humedad atmosférica no favorece la desecación que les causa
la muerte en pocos minutos.
Precisamente la estructura de las tráqueas
definió todo el futuro del grupo y se ha usado para explicar desde su escasa
biodiversidad hasta su, modo de reproducción. Los organismos de microclimas
estables suelen tener poca variabilidad genética y alta tolerancia al
entrecruzamiento, lo cual parece ser el caso también de los onicóforos,
especialmente de las especies latinoamericanas.
La distribución geográfica mundial de
los onicóforos refleja su gran antigüedad y ha sido detalladamente estudiada en
lo que concierne a los patrones resultantes de la tectónica de placas y los
derivados de factores climáticos. La distribución ecológica actual del conjunto
de las especies del mundo solo se asocia estadísticamente con la vegetación que
cubrió los continentes durante el periodo pleistoceno.
EL ETIQUETADO DE INSECTOS
La importancia que para el entomólogo
tiene el etiquetado de los especímenes se basa en ser una fuente fundamental de
información de la que el investigador va a sacar una serie de datos imprescindibles
para el conocimiento de las características biológicas de cada uno de los
especímenes a estudiar.
El espécimen y su etiquetado
constituyen una unidad de estudio que es la que da valor al material; si esta
unidad se rompe no estaríamos hablando de una colección científica de insectos
sino de otra cosa que no tiene nada que ver con la entomología.
¿ qué condiciones básicas tiene que
cumplir una etiqueta entomológica?
La etiqueta entomológica debe contener
una información escueta pero precisa, veraz y sobretodo, que se ajuste a los
criterios que habitualmente se utilizan, ya que eso facilita la uniformidad
tanto del almacenaje de datos como su estudio estadístico.
¿Cuántas etiquetas deben llevar cada
espécimen?
En el momento actual es aceptado por
la práctica totalidad de los autores que como mínimo debe llevar dos etiquetas:
una en la que se recoja la información de la captura, “etiqueta de captura”, y
otra que recoja la identificación del material, “etiqueta de identificación”.
1). ETIQUETA DE CAPTURA.
Los datos que en ella deben figurar
son los siguientes:
LOCALIDAD: la acepción que debe darse
a este término es la de “lugar, lo más concreto posible, donde se ha efectuado
la captura”.
FECHA DE CAPTURA: constara de día, mes
y año, este último con las dos últimas cifras.
COLECTOR O LEGATARIO: se hará constar
la inicial del nombre y primer apellido de la persona que realizo la captura.
Hay ocasiones en las que podemos
desconocer alguno de los datos, como las coordenadas UTM y/o la altitud, o
simplemente que por las dimensiones de la etiqueta no nos quepan. En esos casos
se pueden obviar pero es conveniente que además de la etiqueta que pongamos en
el alfiler del espécimen llevemos una ficha del mismo y en la que debemos
anotar estos y otros factores o circunstancias que concurrieron en la captura.
2). ETIQUETA DE DETERMINACION.
Se deben hacer constar los siguientes
datos:
GENERO: la inicial deberá ir con
mayúscula. Se podrá sustituir por una abreviatura al uso si a continuación y
entre paréntesis se indica el subgénero, también con mayúscula inicial.
ESPECIE: la inicial deberá ir con
minúscula y a continuación se podrá indicar el taxón infraespecifico.
AUTOR: se indicara a continuación de
la especie, bien con la abreviatura al uso o con el nombre completo.
3). OTRAS ETIQUETAS.
a) etiquetas de descripción: son etiquetas
de color rojo en las que aparece la palabra “holotipo”, “alotipo” o “neotipo”.
Pueden estar separadas, es decir, como una tercera etiqueta o pueden ser un
poco más grandes que las habituales de determinación y en las que se escribe la
determinación del espécimen debajo de la terminología que corresponda.
b) etiquetas de propiedad: son
etiquetas en las que figura el nombre de una institución, museo o simplemente
el apellido del propietario de la colección.
Como consideraciones finales sobre el
tema creo importante señalar que cuanto más completa sea la etiqueta mas información
podrá transmitir. Cada espécimen debe llevar sus etiquetas identificativas para
evitar errores y perdidas de información; es frecuente que cuando se trata de
una serie de ejemplares de una misma procedencia se pongan las etiquetas al
primero y se deje a los demás sin nada. Esta es una costumbre poco recomendable
que debe desecharse.
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