martes, 6 de marzo de 2012

CUADRO MAS RESUMIDO
Hipótesis Pancrustacea

Hipótesis Atelocerata
SUBFILO
SUPERCLASE
CLASE
SUBFILO
SUPERCLASE
CLASE










Branchiopoda
Remipedia
Cephalocarida
Maxillopoda
Mystacocarida
Copépoda
Cirripedia
Tantulocarida
Ostrácoda
Malacostraca

Pancrustacea
Insecta
Diplura
Collembola
protura


Branchiopoda
Remipedia
Cephalocarida
Maxillopoda
Mystacocarida
Copépoda
Cirripedia
Tantulocarida
Ostrácoda
Malacostraca


Insecta
Diplura
Collembola
protura











































RESUMENES

500 MILLONES DE AÑOS DE EVOLUCION: ONICOFOROS,
LOS PRIMEROS ANIMALES QUE CAMINARON (ONYCHOPHORA)

RESUMEN

Los onicóforos son considerados “fósiles vivientes” porque durante 500 millones de años han mantenido un estadio evolutivo intermedio entre un poliqueto (gusano marino con patas) y un miriapodo (grupo de artrópodos terrestres que incluye a ciempiés y milpiés). Aquí se analiza su biología, basada en la vida en micro hábitats estables, siguiendo la historia evolutiva del grupo desde el cámbrico y usando datos de investigaciones aun en desarrollo.


INTRODUCCION

Aunque todos los biólogos estudiamos los gusanos onicóforos durante nuestros años de formación, muy pocos hemos tenido la experiencia de ver uno vivo, por no mencionar la de observarlos en su hábitat natural.

Los onicóforos son el “eslabón perdido entre los anélidos y los artrópodos”. Posiblemente, el caso del primer autor no habría diferido del común si no hubiera sido por la visión de un estudiante costarricense, Bernal morera Brenes quien hace casi dos décadas le dijo que era increíble que teniendo en América central un animal tan extraordinario, no nos preocupáramos por su estudio. En el caso del segundo coautor, el estudio de los onicóforos surgió del descubrimiento de varios fósiles de estos animales tropicales en una colina del sur de la república popular china.

Los onicóforos reciben en los textos el nombre de “gusanos aterciopelados” y en la vida real el de gusanos o babosas. Al considerarlos como moluscos con patas, los campesinos actuales no difieren de los antiguos naturalistas europeos, quienes a inicios del siglo XIX los clasificaron en un grupo propio, malacopoda (bouvier, 1905).

Conocemos cerca de 130 especies agrupadas en dos familias, la “sureña” peripatopsidae y la tropical peripatidae. (Bouvier, 1905, 1907; monge-najera, 1994).

Viven en lugares húmedos y oscuros, principalmente bajo hojarasca, dentro de micro cavernas del suelo y bajo piedras, troncos podridos y bromelias, a menudo a pocos metros de algún cauce de agua.

Se alimentan de pequeños invertebrados que capturan mediante una extraordinaria secreción gomosa que sale a presión de la parte cefálica y que sirve también para defenderse de sus depredadores invertebrados y vertebrados.

Sus características comunes con anélidos y con artrópodos han sido causa de muchas dudas sobre su ubicación filogenética. Por muchos años no hubo un árbol filogenético para el grupo, ni se le aplicaron modernas técnicas cladisticas o paleobiogeograficas, y sus sistemas de apareamiento casi no habían sido analizados, pero todos estos temas fueron analizados, a menudo con evidencia experimental, en años recientes, a lo que se agrego detallados análisis bioquímicos para las especies australianas.

El trabajo cladistico ha permitido rechazar el viejo concepto del grupo uniramia propuesto por la famosa investigadora británica Sídney mantón y ha dado como resultado colateral-evidencia de que los tardígrados están más relacionados con los nematodos que con los artrópodos.

Los primeros onicóforos fueron marinos y habitaron comunidades ecológicamente diferentes de las actuales. En el cámbrico, los lodazales someros donde había onicóforos eran dominados taxonómicamente por los artrópodos y las esponjas la de biodiversidad comunitaria era de H1= 2,09, dentro del ámbito estacional de los lodazales costeros actuales del trópico. Los modernos hábitos alimentarios de la omnivoria y la herbivoria estaban aparentemente ausentes de las comunidades cámbricas. Probablemente los  primeros onicóforos debían enfrentarse mucho más frecuentemente a presas armadas con peligrosas características de depredador.

Los onicóforos primitivos estuvieron cercanamente emparentados con los gusanos poliquetos. Nuestro argumento es simple: un onicóforo es fundamentalmente un poliqueto con patas más duras y móviles que el resto de los poliquetos; solo requiere mayor quitinizacion para producir el prototipo de un miriapodo terrestre.

Los primeros onicóforos habitaban las costas tropicales de Canadá, china y otros lugares. Sus patas eran anilladas y mucho más largas que las de las especies actuales. Tenían una armadura de placas frecuentemente espinosas, para protegerse de los tempranos depredadores del mar cámbrico. Estaban destinados a desarrollar características novedosas, como una placenta similar a la de los mamíferos y un genoma rico en adenina y timina, así como la goma de naturaleza proteica ya mencionada.

El género posterior pero también extinto helenodora, tenía ya la apariencia de un onicóforo moderno, pero se desconoce si era marino o terrestre. El único modelo disponible para explicar la tendencia al desarme es que los onicóforos se adaptaron a vivir en pequeños túneles dentro del fondo marino, por lo que placas y espinas pasaron de ser una necesidad a ser una inconveniencia.

En tierra, el intercambio gaseoso se realiza mediante unas tráqueas sin válvula, por lo que estos animales solo se activan cuando la humedad atmosférica no favorece la desecación que les causa la muerte en pocos minutos.

Precisamente la estructura de las tráqueas definió todo el futuro del grupo y se ha usado para explicar desde su escasa biodiversidad hasta su, modo de reproducción. Los organismos de microclimas estables suelen tener poca variabilidad genética y alta tolerancia al entrecruzamiento, lo cual parece ser el caso también de los onicóforos, especialmente de las especies latinoamericanas.

La distribución geográfica mundial de los onicóforos refleja su gran antigüedad y ha sido detalladamente estudiada en lo que concierne a los patrones resultantes de la tectónica de placas y los derivados de factores climáticos. La distribución ecológica actual del conjunto de las especies del mundo solo se asocia estadísticamente con la vegetación que cubrió los continentes durante el periodo pleistoceno.



EL ETIQUETADO DE INSECTOS

La importancia que para el entomólogo tiene el etiquetado de los especímenes se basa en ser una fuente fundamental de información de la que el investigador va a sacar una serie de datos imprescindibles para el conocimiento de las características biológicas de cada uno de los especímenes a estudiar.

El espécimen y su etiquetado constituyen una unidad de estudio que es la que da valor al material; si esta unidad se rompe no estaríamos hablando de una colección científica de insectos sino de otra cosa que no tiene nada que ver con la entomología.

¿ qué condiciones básicas tiene que cumplir una etiqueta entomológica?

La etiqueta entomológica debe contener una información escueta pero precisa, veraz y sobretodo, que se ajuste a los criterios que habitualmente se utilizan, ya que eso facilita la uniformidad tanto del almacenaje de datos como su estudio estadístico.

¿Cuántas etiquetas deben llevar cada espécimen?

En el momento actual es aceptado por la práctica totalidad de los autores que como mínimo debe llevar dos etiquetas: una en la que se recoja la información de la captura, “etiqueta de captura”, y otra que recoja la identificación del material, “etiqueta de identificación”.

1). ETIQUETA DE CAPTURA.

Los datos que en ella deben figurar son los siguientes:

LOCALIDAD: la acepción que debe darse a este término es la de “lugar, lo más concreto posible, donde se ha efectuado la captura”.

FECHA DE CAPTURA: constara de día, mes y año, este último con las dos últimas cifras.

COLECTOR O LEGATARIO: se hará constar la inicial del nombre y primer apellido de la persona que realizo la captura.

Hay ocasiones en las que podemos desconocer alguno de los datos, como las coordenadas UTM y/o la altitud, o simplemente que por las dimensiones de la etiqueta no nos quepan. En esos casos se pueden obviar pero es conveniente que además de la etiqueta que pongamos en el alfiler del espécimen llevemos una ficha del mismo y en la que debemos anotar estos y otros factores o circunstancias que concurrieron en la captura.

2). ETIQUETA DE DETERMINACION.

Se deben hacer constar los siguientes datos:

GENERO: la inicial deberá ir con mayúscula. Se podrá sustituir por una abreviatura al uso si a continuación y entre paréntesis se indica el subgénero, también con mayúscula inicial.

ESPECIE: la inicial deberá ir con minúscula y a continuación se podrá indicar el taxón infraespecifico.

AUTOR: se indicara a continuación de la especie, bien con la abreviatura al uso o con el nombre completo.

3). OTRAS ETIQUETAS.

a) etiquetas de descripción: son etiquetas de color rojo en las que aparece la palabra “holotipo”, “alotipo” o “neotipo”. Pueden estar separadas, es decir, como una tercera etiqueta o pueden ser un poco más grandes que las habituales de determinación y en las que se escribe la determinación del espécimen debajo de la terminología que corresponda.

b) etiquetas de propiedad: son etiquetas en las que figura el nombre de una institución, museo o simplemente el apellido del propietario de la colección.



Como consideraciones finales sobre el tema creo importante señalar que cuanto más completa sea la etiqueta mas información podrá transmitir. Cada espécimen debe llevar sus etiquetas identificativas para evitar errores y perdidas de información; es frecuente que cuando se trata de una serie de ejemplares de una misma procedencia se pongan las etiquetas al primero y se deje a los demás sin nada. Esta es una costumbre poco recomendable que debe desecharse.


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